sábado, septiembre 11, 2004

Añadidos contemporáneos al juramento de Hipócrates

Me acuerdo un día, cuando estaba haciendo el curso de nivelación de la facultad, supuestamente íbamos a tener una clase de Introducción a la Anatomía Humana; a la cual fuimos todos muy orondos. El profesor, famoso por haber descubierto no sé qué huesecillo del pie, entró con su apunte casualmente editado por él y comercializado casualmente también en una fotocopia cercana y con un precio casualmente alto para 3 páginas locas (ejemplo: el cráneo tiene 8 huesos, 4 pares y 4 impares. Aprendí más sobre anatomía en la primaria!) y se puso en ON. Habló, y hablóoo y hablóoo hasta que en un momento dado, viendo que la mayoría del aula lo observaba con cierto pánico y desconocimiento, por así decirlo, para no mencionar los que caían dormidos en las últimas filas; al parecer decidió amenizar la clase con algún caso clínico. Y se puso a contarnos de que existe la aplasia del hueso hioides pero es muy rara y que él había visto un caso allá por el año 19…. y que la inserción de los suprahioideos esto, y aquello, blablablá…. En eso un chico que estaba sentado al lado mío, levanta la mano y le pregunta… “Pero, doctor, qué pasó con el paciente?”
El teacher se paró, lo miró fijamente, y le contestó: “Sr, por favor, es obvio que esos pacientes se mueren” y mirándolo entre compasiva y superiormente continuó con la perorata.

Y claro, también este desubicado con semejante pregunta, desde cuándo en medicina hay qué preocuparse por los pacientes??? :-S