viernes, septiembre 24, 2004

Estoy en fase maníaca, ojo al piojo.

Me pasa que me cuelgo leyendo blogs y me admiro de la poesía popular que en ellos veo contenida. Me pasa que me pongo a ver los links de mis blogídolos, es decir una especie de metablogs ya que leo lo que ellos leen, y se me pasa el tiempo y así no podemos estar, muchachos, hay que hacer algo por la vida, como dormir, por ejemplo.
Me agarré un trauma me agarré con esto de rendir psiquiatría, lo cual sucedió ayer... Hoy estaba en una clase sobre el poder de la imagen con un autorretrato de Van Gogh, para qué!!!, a mamá mona con banana de plástico, recursos idiomáticos tales como "disgregación del yo", "apatía abúlica", "alucinosis visual" y estilo tal me salían de la boca en una secuencia por así decirlo, automática, y qué difícil se me hace cuando la estudiante que hay en mí asfixia a la apática que hay en mí.
Me pasa que mi cerebro se despierta bastante antes que yo todos los días (esto es un plagio a Felipe, el de Mafalda) y cuando voy por la calle no dejo de pensar pelotudeces, tracatracatraca... por ej. ví una sra. ancianillia, regordetillia que se balanceaba por la calle con su carrito de hacerlascompras y se me dio por pensar en uno de esos pajaritos que vuelven al nido para darle de comer a los pichones. Y me pongo así, metafórica, sinecdótica y lo peor es que no me dan los recursos neuronales para más, es decir: como resultado de este consumo de glucosa por el cerebro, poco queda para mis funciones psicomotrices. Resultado: que camino en otro mundo y me llevo a bastante gente por delante. Y no es por echarme flores, pero yo soy educadita y siempre pido disculpas. Últimamente la respuesta a esta situación es ponerme cara de orto y seguir caminando, tanto que empiezo a dudar de mis convicciones sobre los good manners y digo, ma' sí, no pido más disculpas, o a lo sumo las gruño. Pero el martes atropellé a una petisa sra. bajita de negros cabellos; automáticamente le pido mis ladradas disculpas ya resignada a seguir caminando sin más respuesta que una mirada asesina, y ella me dice "no, no es nada querida". Y fue ahí que me dí cuenta que en general la gente tiene/está un humor de mierda y una educación al tono.
Y lo bien que me hace a mí encontrar gente como uno por ahí, que dice gracias, por favor, perdón, tira los papelitos a la basura y no va comiendo caramelos o bombones o yogures adentro de los hipermercados para no pagarlas.
Qué lo parió.