El ritual de la banana

El siguiente post es una transcripción textual de una vivencia experimentada el domingo a la tarde y transcripta por moi en un papelillio mientras hablábamos :) Cualquier parecido con la realidad, es la pura realidad... :-P Sepan disculpar tanta ventilación de intimidades... (qué wewencha!!!).


Mi noveo no quiere ir a comprarme bananitas porque está estudiando. Tiene razón, pero yo tengo ganas de comer bananitas!!! porque la suya será sabrosa, pero no tiene ázucar, y yo adolezco (¿qué es adolezco? pregunta él. Le contesto: padezco, etc, sigue preguntando) de síndrome premenstrual, requiero glucosa para una mínima interacción social valedera y no ofensiva. Requiero comprensión, Amor, dulces cuidados, no discusiones sobre el origen del omohioideo.
A ver si alguien se da por aludido.
Mi noveo apuesta que no me animo a poner lo de la bananita en el blog. Depende de lo que apostemos. Él quiere apostar sexo. Yo prefiero las bananitas. Él se ofende, pero se ríe. Lo podremos solucionar a largo? corto? plazo.
Mientras escribo esto se lo leo en voz alta, con lo cual ni estudia ni me compra las bananitas. Él pregunta porque no voy a comprarlas yo. Yo, le contesto: tengo SPM. Él dice que la excusa no vale. Etc. Habla mucho, pero nada interesante como para ponerlo acá; me pellizca. Probablemente debería dejar de escribir, o al menos de leer en voz alta.
Dice que hay algo que no me animo a poner. Que me ama con toda el alma. Lo que es capaz de decir para no comprarme las bananitas.
Analizando lo escrito, me doy cuenta que este recurso escrititorio, como ayuda para hacerlo sentir culpable, no funciona ni a palos. Creo que tendré que ir yo por las dichosas bananas. (Podrías, acota él). Mejor, me quedo con las ganas, ya se quedará él con las ganas. Él acota que le está atacando la hipoglucemia y que por tal causa no puede estudiar. Mejor, así va a comprar las bananitas. Dice que se va a desmayar en el camino. Y bueh. Son riesgos que hay que correr. Se ofendió.
Me estoy cansando de escribir todo lo que digo. Además él contraatacó leyéndome sobre el encéfalo de los carnívoros.
Espero al menos que el kiosco esté abierto; ya perdí la inspiración. Mi noveo acota que no es necesaria inspiración para copiar todo lo que digo. Será que necesito aumentar la glucemia. ¿Me explico? Mi noveo parece sufrir una hipotensión que le afecta la vascularización encefálica (me pellizca al escucharme). Como la cosa empieza a atentar contra mi integridad física, lo dejamos por la paz.

PD. mi noveo dice que ponga que al final fuimos a comprar las bananitas (juntos, resalta él); para que la gente no piense que me trata mal.