jueves, noviembre 25, 2004

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.

La flor de la foto anterior se llama diente de león; y es a ella a la que se refiere el poema de Wordsworth cuando habla de "la flor más simple". Ese poema, que comienza diciendo "Arrastrando nubes de gloria venimos de Dios, que es nuestro hogar..." lo leí por primera vez cuando tenía 10 u 11 años y nunca más me lo olvidé, aunque lo entendí un poco mejor hace unos días cuando me vino a la cabeza nuevamente.
A qué viene esto? A que lo puse no porque sea primavera, no porque sea hermoso ni porque sea un lindo momento, sino porque se murió mi hijo-gato y me puse triste. No me interesa si alguno opina que no hay que ponerse mal por un gatito, no no y no, porque lo quise con amor y lo tuve en mis brazos y abrió sus hermosos ojitos y le dí la mamadera y la agarraba con sus pequeñas patitas de bebé gato y me miraba tan inocente, tan indefenso, mi hijo-gato, y me da por las bolas porque se murió de nostalgia por no tener a su mamá gata y porque no lo pude cuidar tan bien como ella lo haría (ya que lo encontró mi noveo en un basurero todavía con su cordón umbilical y junto a sus dos hermanitos muertos, hay gente que es tan HIJA DE REMILPUTA en este mundo y me duele hasta escribir un hecho tan asquerosamente despreciable).
Y quise dejar constancia, luchar contra la nada que nos barrerá (1), mostrar que todos dejan su huella y que mi gatito, mi florcita, marcó sus huellitas too deep for tears (2)...

(1) Julio Cortázar en Rayuela.
(2) William Wordsworth.