miércoles, diciembre 01, 2004

Consejos útiles para salvar la vida si se asiste a un casamiento:

1- En caso de que la ceremonia religiosa esté programada para las 22:30 hs y a las 22:30 todavía no haya llegado la novia del casorio que debía realizarse anteriormente en la misma iglesia ("se corre el rumor de que la novia se ha arrepentido" comentaba simpáticamente mi abuela); alejarse del novio del current casamiento, alias hermano, porque empieza a ponerse un poco histérico y en ese tipo de estado de ánimo la violencia es bastante frecuente; ej. pegarle a la pared o cosas así. Y para evitar recibir el mismo tratamiento que la pared y terminar con un traumatismo cráneo-encefálico, la única solución es la distancia.
2- En el momento de bailar el vals: se recomienda no danzar con abuelitos ebrios que empiezan a girar descontroladamente porque hay riesgo de acabar estampada contra una de las mesas con politraumatismos, neumotórax y contusiones varias. Para alejarse de este peligro la mejor conducta es hacer sentar al simpático ancianillio con alguna copita que preferentemente no contenga alcohol, al lado de alguna tía que no ve hace 20 años y con la cual hay que actualizarse sobre distintas enfermedades sufridas y etc.
3- Cuidadito cuando la novia anuncia que va a arrojar el ramo, especialmente si una pertenece a la familia del benemérito groom y las primas, amigas etc de la bride están un poco ansiosas por cambiar de estado civil. Esta situación puede devenir en un verdadero caso de empuje, aplastamiento y/o pisamiento si una no es prevenida a tiempo por su respectiva hermana, aguda observadora previa de la realidad. Tal como resultaron las cosas, en el momento en que la afortunada contrayente del enlace se dispuso a lanzar sus azucenas, mi hermana y yo dimos un salto al costado mientras una muchacha vestida de rosa con puntitos negros (no doy más detalles por una cuestión de discreción) se quedaba con el ramillete, mejor dicha la mitad del mismo (los pedazos de cadáveres de las restantes flores podían observarse en el piso). Nuestros noveos juran que aún desde lejos podían verse las garras de estas señoritas disputándose el codiciado premio. Escalofriante. Nosotras nos alejamos prudentemente y mi compañera fraterna, por no poner de nuevo "hermana", me dice "dejá, total parece que ella lo necesita más que nosotras".

(Todo esto me pasó en el casorio de mi hermanito que aconteció hace como 10 días ya, pero no tuve tiempo hasta ahora de registrarlo para la posteridad. Por lo demás cabe destacar que fue todo muy cocoso muamuá y que los novios estaban tan pero tan felices que empalagaban solamente de verlos, muamuá no. 2! Una muchacha como yo les desea muchas felicidades y que me den un sobrino, que a mi modo de ver es lo interesante de los casamientos ajenos, aunque en este caso me parece que me van a hacer esperar, nomás).